A sus 85 años, Don Eduardo se distingue como reparador de calzado en Mazatlán

 A sus 85 años, Don Eduardo se distingue como reparador de calzado en Mazatlán
A sus 85, Don Eduardo se distingue como reparador de calzado en Mazatlán

Mazatlán, Sin.- Don Eduardo Delgado Chávez ha sumado ya 85 Navidades en su andar.

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Pese a su edad, busca la forma de mantenerse activo y ha querido distinguirse entre otros en su negocio D’ Lalo en la avenida Las Américas de la colonia Benito Juárez, desde donde mantiene vivo el oficio de zapatero remendón.

“Yo viví en Irapuato, Guanajuato de chico, entonces, conocí mucha gente. Conocí a unos amigos que me encontré en Monterrey y ellos me dijeron no andes batallando, yo andaba buscando trabajo y me dijeron no batalles. Vente al taller conmigo y en menos de un mes te voy a enseñar lo más elemental y cualquier problema que tengas, aquí estamos para ayudarte. Yo era agente viajero de medicina y me mandaron a trabajar a esta plaza. Desde entonces me gustó, me han tratado bien, me ha ido bien gracias a Dios. Estoy engredo aquí en Mazatlán”

Contó a Los Noticieristas que mientras otros vacacionan este diciembre, él aprovecha el aumento en demanda para reparación de calzado, un oficio que le ha permitido demostrar su capacidad, pese a los estándares laborales en el país.

“Hay un problema aquí en México, que cumplimos 40 años y nos cierran las puertas a las labores. Ya no nos dan trabajo, usted puede ver todos los periódicos y todos solicitan empleados de menos de 40 años. Entonces se tiene que buscar, de no ser portero, vigilante, velador de ahí no pasa, del salario mínimo. Navidad el trabajo nos sube a un 100 por ciento. Es que hay gente que no tiene recursos para comprar calzado nuevo y recurre a nosotros”

Con una sonrisa, Don Lalo confesó que son las mujeres las que más recurren a su talento, pues muchas de ellas se limitan en el gasto para la comida, pero no para zapatos y bolsas, así que una vez que surge algún desperfecto con el uso, le buscan para que se los arregle.

“La mujer gasta su dinero que tiene en zapatos y bolsas. Eso es el gasto, primero en zapatos y bolsas que comer. Es una satisfacción del comercio, seguir tratando a la gente, se le facilita a uno, le entiende, la comprende mejor”

Aunque pudiera dedicarse a otros empleos, afirma que es el comercio y el ser zapatero donde ha encontrado su sitio para servir al prójimo con lo que la vida le ha enseñado desde muy joven, hace más de 40 años.

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Con información de LosNoticieristas

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