¿Conoces la historia detrás de la pieza ‘El Niño Perdido’? Sinaloa con Encanto Rural te lo cuenta
Mazatlán, Sin.- La Secretaría de Turismo en Sinaloa acudió a la capital de la ciruela en el estado Aguacaliente de Gárate, perteneciente al municipio de Concordia, donde se inauguró un mural como parte del programa Sinaloa con Encanto Rural.
El mural plasmado, fue en homenaje a Wenseslao Moreno, autor concordense de la pieza ‘El Niño Perdido’, la cual es una melodía icónica en Sinaloa, que nació de la comunidad de Aguacaliente de Gárate y que ha sido sonada en cada una de las fiestas familiares y culturales que hay en todos los municipios sinaloenses, al son de la tambora.
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La comunidad de Aguacaliente de Gárate, fue elegida para formar parte del programa Sinaloa con Encanto Rural, al ser un destino con vocación turística e historia, donde la belleza de sus casas y el trato de su gente, los ha llevado a potencializar poco a poco al pueblo, además de ser cuna de muchos artistas como Faustino López, autor del Himno de Sinaloa.
Durante la inauguración del mural, la titular de la Secretaría de Turismo en el Estado, Estrella Palacios Domínguez, comentó que la idea principal del Sinaloa con Encanto Rural, es poder embellecer aún más los pueblos con vocación turística, tomando en cuenta su principal atracción que es su historia y talento humano, además de reconocer la tradicional gastronomía que se tiene en cada una de las comunidades.
“Como ustedes bien saben, el programa de Sinaloa con Encanto Rural, llega a Aguacaliente de Gárate para embellecerlo aún más y para fortalecer el turismo rural en nuestro estado…el mural que tenemos nosotros aquí, apreciando frente a nosotros, es un mural que cuenta la historia de una gran tradición sinaloense, me refiero a la canción de ‘El Niño Perdido’, que todos sabemos que se originó aquí en Aguacaliente de Gárate”, comentó.
Durante el evento, estuvieron también el alcalde de Concordia, Raúl Díaz Bernal; el autor del Himno de Sinaloa, Faustino López; alumnos de la primaria Miguel Hidalgo, otros funcionarios y habitantes de la sindicatura.
Una vez cortaron el listón inaugural, la banda sinaloense ‘Los Morros del Huajote’, tocó la pieza de ‘El Niño Perdido’ para dar pie al mural artísticos en honor a la historia que hay detrás de la canción.
¿CUÁL ES LA HISTORIA DE LA PIEZA EL NIÑO PERDIDO?
El tiempo en que se compuso ‘El niño perdido’, fue anterior al de ‘Cuando dos almas’, danza atribuida a la autoría de Fructuoso Gándara, originario del poblado La Barrigona, hoy La Concepción, también de Concordia, y más cercano al de ‘Oficiales parranderos’, del gran compositor rosarense y escuinapense por adopción, Severiano Moreno.
De acuerdo a la anécdota que sirvió para la composición de ‘El Niño Perdido’, data de que en algún festejo, sobre todo una boda, se contrató una banda de Concordia, que llegaba por el camino real a Mesillas. En carreta primero o en ‘troca’ después, y al arribar a un paraje conocido como ‘La Loma de los Novios’, empezaban los músicos a tocar desde ahí, hasta entrar al pueblo, en una romería que hacía el trayecto lanzando cohetes.
Cierta ocasión, un filarmónico se hizo acompañar por su hijo, un niño de escasos cinco o seis años, que la pasó jugando con otros niños del barrio. Al llegar la noche, el padre que no había atendido al hijo, no lo encontró por ningún lado donde lo vieron. Luego corrió la voz entre el caserío alarmado. “Se perdió un niño que vino de Concordia con la Banda”, rebotó en el lomerío. “Lo vieron, comiendo, en casa de la Chuy del Cande”, decían unos. “Estuvo jugando descolgándose de las ramas de la camichina de con Bernardo Pinzón”, decían otros.
La famosa casa de Chuy del Cande, que cuando realizaba el quehacer cantaba a capela y a todo pulmón las antiguas canciones conocidas, como ‘La Martina’ y ‘A la orilla de una playa’, mejor que Lucha Reyes, enterada de lo que pasaba, fue con los músicos y les dijo: ‘Lo más seguro es que el niño agarró pa´ Mesillas y se extravió en el camino. Váyanse por el rumbo y trépense a una loma y toquen sin parar. Así le ayudarán a orientarse y podrá recalar”. De ese modo lo hicieron y, efectivamente, un rato después, llorando asustado, arañado por los breñales, apareció el plebe, terminando aquella congoja en una desbordada alegría.
Dicha anécdota llegó a oídos del Wenseslao Moreno, y recreó la historia bajo notas musicales, la cual hasta el día de hoy, sigue sonando en las fiestas de muchos pueblos.
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Con información de LosNoticieristas